Soy Rocío Milocco, nací en Bragado, provincia de Buenos Aires.
Mi infancia transcurrió entre la naturaleza, los animales y el juego creativo. Aprendí a coser y teñir de niña, guiada por mi madre, maestra costurera, y desde entonces nunca dejé de crear.
Hace dos años, al construir mi casa de barro, volví a conectar profundamente con mi lado artístico. Decidí unir mi amor por las telas y el color para transformar un objeto cotidiano — el cubrecama — en una obra textil única, combinando arte y funcionalidad.
Trabajo con algodón puro de 155 hilos como base.
El proceso artesanal incluye:
Cada pieza lleva días de dedicación y está firmada por mí, asegurando que sea única e irrepetible. Una vez vendida, no vuelve a fabricarse, garantizando exclusividad total.